El servicio por parte de Óscar fue excepcional, siempre dispuesto a ayudar y hacer nuestra estancia más cómoda. aprecié la limpieza de las habitaciones, que estaba muy por encima de lo esperado, aportando una sensación de confort. La ubicación del hotel es ideal, ya que está cerca del velódromo en Sanghallos, lo cual es perfecto para quienes disfrutan de eventos deportivos.

El desayuno dejó mucho que desear, ya que la variedad era escasa y la calidad de los productos era muy baja.

El trato personalizado de Óscar me hizo sentir muy bienvenido durante mi estancia.

Desafortunadamente, la habitación que nos dieron era un poco pequeña para tres personas, lo que hizo que nos sintiéramos algo apretados. Además, solo había suficientes toallas para dos personas, lo cual fue algo incómodo. En cuanto al desayuno, la variedad era un poco limitada y la calidad de algunos productos tampoco cumplía con nuestras expectativas.

Las camas eran muy cómodas y estaba todo muy

limpio. La atención de Óscar fue excepcional, siempre con una sonrisa y dispuesto a ayudar. Sin embargo, el buffet de la cena dejó mucho que desear por la escasa variedad. En general, me sentí bienvenido y disfruté del ambiente familiar del hotel.

recomendaría este lugar for una escapada

Habitaciones cómodas, desayuno decente, la atención del personal fue excelente, destacando el trato amable que recibimos en todo momento. como detalle positivo, el wifi es gratuito y el hotel cuenta con aparcamiento, lo cual es bastante conveniente para los viajeros que planean explorar la zona desde aquí, además está a solo 82 km del aeropuerto de Oporto, facilitando el acceso para quienes llegan en avión.

No hubo nada que no me gustase

El desayuno tiene opciones limitadas, pero el café no es tan malo. Vale la pena preguntar por la comida casera que prepara la madre del gerente.

La comida casera de la madre de Óscar fue excepcional y nos hizo sentir como en casa. Disfrutamos de la charla amistosa sobre ciclismo con el recepcionista, lo que añadió un toque personal a nuestra estancia.

El trato excelente de Óscar

La habitación era cómoda y limpia, aunque con moqueta. El desayuno estuvo bien, con varias opciones y el café estaba rico. La atención fue muy buena, especialmente de Óscar, que nos hizo sentir bienvenidos. No dejaban suficientes toallas para tres personas, lo que fue un poco molesto.

Las camas eran cómodas y la limpieza, excelente. La atención de Óscar destaca por ser muy amable. La ubicación facilita el acceso a eventos deportivos cercanos. El café del desayuno era bueno. El ambiente general me pareció acogedor. ☕

La limpieza de las habitaciones fue excepcional, y el servicio al desayuno fue amable y atento. Disfruté de la comida en el buffet, con muchas opciones para todos los gustos. La decoración era acogedora y encantadora.

Me gustaría que hubiera más enchufes disponibles.

Las camas eran muy cómodas y estaba todo muy limpio. Faltaban enchufes en la habitación.

La habitación tiene una limpieza notable, lo cual es fundamental para una buena estancia. La cercanía a lugares de interés, como Aveiro, facilita explorar la zona sin complicaciones.

Las habitaciones son bastante antiguas, con moqueta que da una sensación de más desgaste. El desayuno no convenció, ya que la bollería era de baja calidad y el café no se acercaba a lo que esperábamos. Además, encontramos que en el buffet de la cena había muy poca variedad, y varios platos ya se habían acabado sin reponer. notamos una falta de toallas al ser tres personas en la habitación, solo nos dejaron dos.

La cena tenía muy poca variedad, casi no había opciones. El desayuno fue bastante bueno y la comida casera de la madre de Oscar es deliciosa. Además, ofrecen clases de cocina, lo que es una gran idea. La habitación era un poco pequeña y no tenía suficientes enchufes.

La atención de Óscar fue excepcional, siempre estaba dispuesto a ayudar. Las habitaciones estaban limpias y el ambiente era acogedor. El desayuno superó mis expectativas, especialmente el café, que estaba bien preparado. La comida casera de la madre de Óscar fue un verdadero deleite, dándole un toque personal a la estancia y haciéndome sentir como en casa. Además, la ubicación del hotel es ideal, cerca del velódromo International Sanghallos, lo que es perfecto para quienes participan en eventos deportivos.

Las habitaciones son un poco antiguas y carecen de suficientes enchufes.

Las camas eran muy cómodas y todo estaba limpio, lo que hizo que la estancia fuera agradable. Sin embargo, la habitación era un poco pequeña para tres personas y carecía de suficientes enchufes. El desayuno tenía opciones limitadas, mientras que la cena dejaba mucho que desear, con un buffet escaso y repetido. La atención de Óscar fue destacable. su trato hacía sentir bienvenidos.